Las Canículas
La canícula es un periodo de tiempo, comprendido entre el 24 Julio y el 02 Septiembre (cuarenta días), en el cual la temperatura en la región crece hasta sus máximos niveles en verano, sobre todo a mediado de este periodo, cercana a los 40 grados centígrados.
La historia dice que se llamaba canícula al lapso de tiempo en el que la estrella Sirio de la constelación del Can Mayor aparecía en el horizonte de los antiguos romanos.
Los antiguos creían que los templos y las casas deberían estar orientados
precisamente hacia Sirio para tener los mejores augurios de éxito, así que esperaban la llegada de la canícula para iniciar su construcción.
Pero tiempo después las personas empezaron a asociar con el periodo de la canícula a los días cuando hacía más calor y, con el paso de los siglos, se olvidaron de Sirio y de la orientación de casas y templos.
A este periodo se le llama “tiempo de perros” o “días perros”, porque el nombre de canícula proviene de la vinculación entre el nombre de algunas constelaciones con los fenómenos coincidentes con cierta posición de la constelación Del Perro o Can Mayor, al que debe su nombre.
Aunque muchas personas creen que Canícula es una palabra muy ordinaria utilizada por los campesinos para referirse a una superstición o fenómeno sobrenatural, lo cierto es que se trata de un término muy técnico utilizado en la ciencia de la Meteorología para explicar éste y otros fenómenos similares en todas partes de este activo planeta.
A pesar de esto, acerca de la Canícula nuestra cultura campesina ha tejido toda una muy añeja y rica mitología relacionada con situaciones adversas, y es muy común escuchar por ejemplo: que durante esta época la tierra se enferma, que el viento trae enfermedades, que las heridas no sanan, que las plantas se marchitan, no se le deben cortar ramas y que las plagas "se alborotan", pero salvo la inestabilidad climática que podría afectar algunas actividades agrícolas, nada de lo anterior se ha logrado demostrar.